oráculos iracundos

busco ese maldito disco de los iracundos por toda la casa. encuentro todo menos el preciado vinilo. de pronto lleno una caja de aceite que pedí en el supermercado chino de calle cba. con botones multicolores de prendas ya extintas; una tijera con los colores de boca; cierta escultura en cobre; la entrada de bob dylan en vélez sársfield; una bolsa con cuerdas de bajo inservibles, 'obsequio' de lampin; la carta que me envió esa chica del sur; una media verde con rayitas; dos pins de kitty: uno con un alfajor, el otro, guiñando un ojo; el cd de scorpions de esa novia metalera que perdí; cassettes con outackes de ensayos que no pienso volver a oir... pero nada de los uruguayos. nada.
en la radio suena el talento de bonnie 'prince' billy. escucho y siento ganas de subir hasta el techo y llamar al gato, que -confieso- hace días no veo.
sirvo bourbon y llamo a la agencia de viajes. sólo queda un pasaje a las pircas. eso queda camino a cañada del ucle, pagos de pocho saraceni, uno de mis héroes y compañero de viaje. andando.