'...por favor déjame tener hambre, así no seré el punto muerto, así podré distinguir los árboles en sus vidas particulares, así podré tener curiosidad sobre los nombres de los ríos, la altura de las montañas, las diferentes formas de escribir tekakwitha, tegahouita, tegahkouita, tehgakwita, tekakouita, ¡ay, quiero que me fascinen los fenómenos! ¡no quiero vivir adentro! renueva mi vida. ¿cómo puedo existir en tanto recipiente de la matanza de ayer? ¿la carne me castiga? ¿hay hordas salvajes que piensan mal de mí? ¡asesinato en la cocina! ¡corrales de dachau! ¡acicalámos seres para comérnoslos! ¿acaso dios ama al mundo? ¡qué monstruoso sistema de alimentación! ¡todos nosotros, tribus animales en eterna guerra! ¿qué hemos ganado? ¡humanos, nazis alimenticios! ¡la muerte como centro de alimentación! ¿quién se irá a disculpar con las vacas? no es culpa nuestra, no fuimos nosotros los que armamos todo esto. estos riñones son riñones. esto no es pollo, esto es pollo. imaginen los campos de exterminio en el sótano de un hotel. ¡sangre en las almohadas! ¡materia hincada en los cepillos de dientes! todos los animales comiendo, no por placer, no por el oro, no por poder sino sencillamente para ser. ¡para el placer eterno de quién? mañana empiezo el ayunol renuncio. pero no puedo renunciar con el estómago lleno. y el ayuno, señor, ¿te agrada o te ofende? podrías interpretarlo como orgullo o cobardía...'
(beautiful losers, libro I. la historia de todos ellos, cap. XIII; leonard cohen, 1966)
*agregado por m.ceniza
sábado, 11 de septiembre de 2010
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