andy chango canta boris vian. en once conseguí una novela del francés a $ 20. bien por mi intuición. la otra noche tardé nueve horas para volver a casa. tomé los trenes equivocados y la dirección incorrecta: bajé -dormido- en josé león suárez, belgrano, san martín, mtro. carranza, urquiza y hasta manhattan sur, aunque el recorrido no llegaba hasta ahí. visité al chaqueño en el hostel de calle larrea: saludé colombianas, ucranianos, bolivianos, indios caribe, canadienses y a una sueca vestida de gardel. comimos ricas verduras salteadas con spaguetti y mi amigo puso timón hacia la reserva ecológica. volví al subte y, después, a malavertown. ya en colina vampira, escuché algo de lo nuevo de páez, die toten hosen (amo a esos chicos) y daniel drexler. conseguí comida para los perros, pasé por el kiosko y me atendió una nenita de doce años divina y divertida. en el mitre un tipo escuchaba reggaetón y pretendía compartirlo con todos. arrebaté su móvil y lo pisé con mi zapato negro derecho: no tuvo tiempo de reaccionar y bajé en villa pueyrredón, tierra amiga. alimenté a pitt y ken y llamé a mi abogada, pero continúa de vacaciones. e.t. y fer van lacke tienen fecha en córdoba, cerca de la cancha de instituto, esta noche. talento y trabajo. hago daimoku y, después, preparo vodka con naranja y trato de terminar esa canción que habla del faro en la roca fueguina. mensaje del monje de palermo: quiere que me incorpore a su proyecto dark-funk. lo invito al salón pueyrredón: es 2 de abril y toca carmina burana.
(foto kamono & fluck: rosariorock.com)
jueves, 1 de abril de 2010
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