palermo no era snob y los psicoanalistas todavía debatían a lacán. el niño enrique veía el botánico por primera vez y el piano estaba ahí esperando las camisas sueltas. duke lo escuchó y flipó. nyc no entendió cuando le propuso unas congas y fondo de bongó. alguien le rompió el corazón y el mono pegó la vuelta. acá lo esperaban el cuchi, ástor, litto y astarita. los anarquistas de once le dieron la bienvenida y el jazz reinventó las calles.
domingo, 13 de diciembre de 2009
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