jueves, 22 de octubre de 2009
+ 30
por la tarde, ceniza hace mate y prepara el microcine: 'the sunshine boys', de john erman. hace tiempo se propuso ver -al menos- una película al día. como lavarse los dientes luego de las comidas, hacer daimoku por la tarde y, en lo posible, leer un libro por semana. es una manera de luchar contra el adormecimiento social al que fuimos condenados. es una respuesta, tal vez algo ñoña y supérflua. es probable que ceniza y sus amigos sean unos irremediables ilusos que tranportaron los sueños de los '60 (la gran década) y aún crean que el amor está más cerca de la felicidad que un buen empleo. la adolescencia pasó y los famas ya no pueden conjeturar que todo consiste en una etapa inevitable (y efímera) del estado humano; hoy es conciencia de lucha y rebeldía del corazón lo que llama al ceniziento a subir a la nave interuniversosparalelosónica con más escalas. el boleto más barato conduce por las historias más raras y la vida, quizá, recupera el sentido. de eso hablamos y no otra cosa.
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