no hubo mañana. me desperté con dolor de cabeza y preparé un sándwich de queso y tomate. coca-cola en el vaso. hasta el borde. ahora sí, a pensar... leo los tres capítulos finales de 'la hora sin sombra', la última novela del querido osvaldo soriano, y mis neuronas terminan por reaccionar (en el buen sentido, ese que viene del brillito en los ojos). subo al techo como lo hacen mis gatos, buscando el sol, y miro la agenda: 'tres o cuatro de esas cosas voy a cumplir'-miento. en tv dan 'el cadáver de la novia'. no puedo evitar posponer tareas, busco yogurt y dispongo todo para emocionarme. recuerdo que una de mis bandas efímeras se iba a llamar 'tim'. el niño se adelanta ante el estupor del pueblo, va hacia el muerto y pronuncia las palabras mágicas: 'abuelo!'. lloro. más tarde tomo el tren y bajo en belgrano, en crámer subo al 113 y de ahí a flores a buscar el nuevo libro de sol en turin. sebas está cansado y ocupado. nos saludamos como hermanos y sigo camino. escucho maría fernanda aldana, yusa y lisandro aristimuño hasta casa. este mes sólo fui a ver a rosal y a bbk; por qué preparar arróz si hay tantas milanesas de berenjena y limón en la nevera?
miércoles, 28 de octubre de 2009
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