'...pero el silencio es cierto. por eso escribo. estoy sola y escribo. no, no estoy sola. hay alguien aquí que tiembla...' (a.pizarnik)

domingo, 13 de septiembre de 2009

raymond carver x 2

tu perro se muere
lo atropella una camioneta,
lo encontrarás al costado de la ruta
y lo enterrarás. y te sentís mal.
te sentís mal vos,
pero te sentís peor por tu hija
porque era su mascota,
y ella lo amaba tanto.
solía arrullarlo
y lo dejaba dormir en su cama.
escribís un poema al respecto.
lo llamás un poema para tu hija,
sobre el perro y cómo lo pisó una camioneta
y cómo lo cuidaste
lo llevaste al bosque
y lo enterraste hondo, hondo,
y el poema es tan bueno
que estás casi contento de que el pequeño perro
fuera atropellado, si no nunca
hubieras escrito ese poema tan bueno.
entonces te sentás a escribir
un poema sobre escribir un poema
sobre la muerte del perro,
pero mientras lo estás escribiendo
escuchás una mujer gritar
tu nombre, tu nombre de pila,
las dos sílabas,
y tu corazón para.
después de un minuto, seguís escribiendo,
grita de vuelta.
te preguntás cuánto más
puede durar.

no lejos de aquí
no lejos de aquí, alguien
está llamándome.
salto al piso.

quieto, podría ser una trampa
cuidado, cuidado
palpo las sábanas buscando mi cuchillo.

pero mientras maldigo
por la tardanza, la puerta se abre de un golpe
y una mocosa de pelo largo entra

con un perro a upa.
¿qué pasa, hija? (los dos estamos
temblando) ¿qué querés?

pero su lengua sólo vibra y tiembla
en su boca abierta
mientras un único sonido sube por su garganta.

me acerco, me arrodillo
y ubico mi oreja al lado de los pequeños labios.
cuando me levanto -el perro sonríe.

escuchá, no tengo tiempo para juegos
tranquila, dije, tranquila -y la mandé afuera
con una ciruela.

(incendios, 1983; traducción: sonia basch)

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